Dicen que ser infiel es una decisión, pero si tu pareja te pone una cuota de multa por cada vez que le seas infiel, la cosa podría convertirse en un buen negocio.
¿Quién gana y quién pierde en una infidelidad? Escucha la irrisoria cláusula de matrimonio que le puso una mujer a su prometido por cada vez que le sea infiel. Se queda pobre, pero alimentado y la otra cornuda pero millonaria.