Santi y Laurita, descubrieron y analizaron las letras de la infamia que ninguna pareja en el planeta quiere leer, pero que hasta en los matrimonios de los famosos, no hay terapeuta que los pueda salvar.
¿Debería Santi realizar un comercial sobre disfunción eréctil por la buena paga que le dan? La situación generó una polémica sobre los límites que deben tener las estrellas al aceptar ser la imagen de algunas marcas.